Con cadencia paso firme y decido realizaron los contaleros del Cristo de la Lanzada su cuarto ensayo. Momentos iniciales de duda y acoplamiento debajo del paso que se veía desde fuera, superada esta fase el ensayo fue de menos a más. Con paso costalero poderoso y a la vez con mesura, como si debajo del paso todos fueran un solo hombre generoso sin importarle ni el peso ni "ná", ayudándose y siendo solidarios. Desde la mitad del ensayo hasta el final, gustándose, pasándolo bien y sin querer terminar. "Revirás" bien trabajadas, buenas "levantás" al cielo, "chicotás" sin prisa pero sin pausa, metiendo riñones. En el tramo final nadie quería parar, dejando un buen regusto para el 21 de marzo, día del quinto ensayo, sabiendo que no hay quinto malo.
Momento histórico para los que pudieron vivir in situ el Vía Crucis Oficial de la Semana Santa de Granada. Recuérdalo y vívelo nuevamente.
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