Queridos hermanos en nuestro devotísimo Señor de la Lanzada, como es costumbre, llegado el puente de la Inmaculada y según manda la tradición familiar llega el momento de montar el Belén tradicional. De lo más recóndito de los armarios familiares desempolvamos las figuras tradicionales, la Virgen María, el Niño y San José son sacados para así poder ser utilizados, les acompañan los Reyes de Oriente, la burra y el Buey y algún que otro pastorcillo diligente con algún que otro presente y no nos olvidamos del cagadín que también participa en el festín.
Hace poco estábamos en verano y ahora tenemos la Navidad al alcance de la mano. La Navidad es tiempo de reflexión y meditación, de volver la vista atrás y así poder analizar la situación actual. Es tiempo de amor y paz, por ello se puede pensar en una reconciliación sin más, el mundo de la trabajadera es complejo a su manera, de ahí que la “Valiente” haya recibido críticas sin que la mereciera. Pero los Valientes sabemos perdonar y en estos días de todo eso nos vamos a olvidar, sólo vamos a recordar aquello que nos hizo gozar. Y para el año venidero buscaremos estar a la altura que se merece nuestro Moreno desde nuestro buen hacer costalero.
Os deseo todas las venturas que os pueda traer la próxima navidad y que vuestros deseos se vean colmados y cumplidos y que permanezcamos todos unidos en el año venidero.
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